A los 10 años, Candy es adoptada por la familia Leagan para
que se convierta en la dama de compañía de Elisa hija mujer de la
familia, Candy descubre que el escudo de la familia es muy parecido al
amuleto del príncipe, averiguando que ambas familias están conectadas
por lo que acepta esperando exista la posibilidad de volverlo a ver. Sin
embargo, desde que llega a la residencia de los Leagan es víctima de
las bromas de Elisa y su hermano Neil, quienes la reciben lanzándole un
balde de agua desde el balcón; aun así, Candy está decidida a
convertirse en una Dama, y a no hacer caso de ninguna de las tretas de
Elisa y Neil para que ella se vaya de la casa. A pesar de esto, ambos
hacen todo lo posible por fastidiar a Candy hasta que es degradada de
dama de compañía a sirvienta debido a las intrigas de estos y es
obligada a vivir en los establos junto a los caballos.
Un día paseando por los bosques cercanos Candy conoce a un apuesto y
ostentoso joven llamado Archie cuando la barca en la que el muchacho
tomaba una siesta se alejó de la orilla del río y Candy le ayudó a
regresar a salvo. Desde ese momento Archibald "Archie" Cornwell quedó enamorado de Candy.
Posteriormente, cuando Eliza abandona a Candy en un pueblo a un día
de camino de la mansión, conoce a un joven apasionado por la mecánica y
la ciencia apodado Alistair "Stear" Cornwell; el chico se ofrece a
llevarla en el coche que él mismo construyó, pero por la mala calidad
de la máquina acaban en el río tras una larga caída; sin embargo a pesar
de ello Stear se impresiona por la bella Candy ya que es la primera
persona que mira con respeto su faceta de inventor, lo que despierta su
interés.

Un día hay un gran baile, los Leagan están invitados, pero se
sorprenden al ver que Stear y Archie han invitado cada uno por su cuenta
a Candy. La llevan y ahí conoce al primo de ambos, Anthony Brower, el
chico del portal de las rosas. Los tres chicos la colman de atenciones y
Candy disfruta su primer baile. Stear, Archie y Anthony tampoco se
llevan bien con los hermanos Leagan. Los tres son criados por la Tía
Abuela Elroy, segunda autoridad de la familia después de Willian Ardley
patriarca de la familia (En la versión latina erróneamente la expresión
patriarca se reemplaza por "Tio Abuelo"). Tras esto el odio de Elisa
hacia Candy empeora ya que ansía el amor de Anthony y los beneficios de
un compromiso con él pero es evidente que este ama a la joven huérfana.
Durante la fiesta Anthony comenta que solo a conoce desde su encuentro
en el portal, Candy convencida que es el príncipe supone que ha olvidado
su anterior encuentro.

El destino de Candy la lleva a conocer a Albert, un ermitaño de
espesa barba, larga cabellera y lentes oscuros que ocultan sus ojos, es
un amante de la naturaleza que vive sin permiso en los bosques de los
terrenos Ardley con sus animales y se convierte en gran amigo de Candy
desde que le salva la vida al rescatarla cuando estaba a punto de caer
en una cascada. Albert siempre la ayudará en sus peores momentos y la
aconsejará.
A causa de las jugarretas de los hermanos Leagan, los padres deciden
deshacerse de Candy enviándola a México. Convencida por los Leagan que
se trata de una mala persona la Tia Abuela apoya esta decisión e impide
que sus sobrinos la ayuden, por lo que Candy ve como única salvación
pedir la ayuda de Albert, y decide enviarle una carta, desgraciadamente
antes que él pueda hacer algo el guadabosques de los Ardley lo descubre
viviendo sin permiso en la propiedad y debe huir. Es así como Candy se
ve obligada a ir a trabajar una propiedad de los Leagan situada en
México en compañía de un hombre cruel y sin escrúpulos por lo que el
viaje se le hace ingrato y doloroso. En el camino es secuestrada y luego
de escapar de su captor vuelve a casa de los Ardley.

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